En medio de la crisis política, económica y social de Venezuela, Paola (12) Angel (09) y Natacha (07), tres hermanos que junto a sus padres decidieron habitar un bus de transporte público fuera de servicio, en una chatarrería, y así darle vida desde el calor de hogar de una familia. En medio de carros oxidados, algunos convalecientes y otros resignados a terminar como pedazos de piezas esparcidas por el taller, entre la naturaleza y las casas que los rodean, la familia Seijas Sifontes cada día hace un recorrido de vida a partir una realidad similar a los carros que rodean aquel lugar: agresivo pero a su vez acogedor. Angel padre y Yujairis, salen todos los días a trabajar, debido a sus necesidades como familia, esto conlleva a dejar solo a los niños y que estos permanezcan la mayor parte del tiempo solos obligándolos a vivir en el mundo de los adultos y adoptar responsabilidades y caracteres que hacen de su aprendizaje de la vida sea acelerado. A través de la convivencia de los tres hermanos en aquel lugar poco común, con necesidades que cualquier familia pudiese tener, los tres niños reconstruyen su realidad cada día desde su infancia, aceptando lo que tienen pero desde su creatividad, empeño, capacidades, valor, que hacen que la vida de niño y la convivencia entre ellos en su bus hogar sea mágica, distinta a la de otros niños, cada integrante de la familia aprenderá a afrontar la vida desde su realidad, Los tres niños, se apropian de las chatarras para soñar, jugar, reflexionar, y más importante aún, vivir desde lo que tienen siendo el bus casa el medio de recorrido de los pasajeros que allí viven.
Estudió realización cinematográfica, trabajó como operador de proyección (proyeccionista) con cinta 35mm y luego proyecciones en formato digital en varias cadenas de cine exhibición. Mientras estudiaba, realizó varios trabajos entre argumental y documental en Colombia y Venezuela. Director y representante legal de la corporación Indiantanba Films trabaja en alianza junto con El Colectivo de Comunicaciones Kuchá Suto de Palenque donde se realizan procesos de formación y capacitación en los temas de patrimonio, territorio, memoria e identidad, generando espacios de formación directamente con las comunidades, por medio del uso y manejo de las herramientas audiovisuales, cine y video comunitario.
Como población focal se tienen a niños, niñas y jóvenes como mecanismos de participación ciudadana y alternativa comunicativa, para la construcción de sus proyectos de vida. Crea en el 2022 la productora cinematográfica Frame Rate Cinema, en San Basilio de Palenque, con la intención de apoyar, incentivar y promover la realización de películas rurales con otras narrativas debido a la falta de apoyo de las instituciones, pero con un valor humano y creativo capaz de contar las historias de nuestra región. A su vez, es una escuela de formación para los nuevos realizadores ya que se anexan desde el nacimiento de la idea para así vivir la experiencia de los diferentes procesos hasta la exhibición de la obra. Es el director del Consejo de Cinematografía de Bolívar, donde lidera procesos enfocados al cambio social y el oficio del cine como herramienta de vida.
La concepción de la historia de “Pasajeros” empezó como una acción curiosa, empezó como una exploración de la forma en que la vida puede manifestarse en distintas situaciones; en este caso, la vida de una familia que habita en un autobús fuera de servicio ubicado entre las chatarras de un taller mecánico, en un espacio que hace contraste al colindar con los terrenos de casas donde viven personas de clase alta Venezolana.
Así mismo, durante el rodaje apareció un elemento que tuvo mayor interés para la producción: aunque cambiaba el contexto, existían similitudes entre la infancia de los niños y mi propia infancia, algo que, siendo director y productor generaba una relación que se puede focalizar en la creatividad como el único valor en medio de tantas necesidades, se convirtió en un llamado el mostrar ese acto de valor ante la realidad de la vida. El ver el proyecto avanzado ya en un corte final, fortalece mi convicción de que esta película debe ser apreciada desde la mirada de la infancia y la forma en que es capaz de generar preguntas y respuestas ante situaciones de la condición humana. Desde la producción, es una película que aborda y profundiza diversos temas: La infancia, la situación país de venezuela, la concientización de las realidades de cada integrante que vive en el bus, y la forma en que muestra el microcosmo de la vida misma que a pesar de transcurrir en Caracas, Venezuela, sucede cotidianamente en otras partes del mundo.
“Pasajeros” fue una película que se hizo con un equipo de filmación y trabajo reducido debido al contexto y las dinámicas propias de esa realidad: La familia Seijas Sifontes y su vida cotidiana en su bus hogar. Una película que en principio, exploró las fórmulas y metodologías convencionales, ya aplicadas en otros documentales pero que muy rápido fue mostrando nuevos caminos y maneras más intuitivas para ser producida y grabada. La cámara fue metiéndose en los espacios íntimos de la familia, sin interrumpir su cotidianidad u obligarlos a crear nuevas dinámicas, logrando así, que los protagonistas se acostumbraran a ella y que la producción pudiese pasar inadvertida y entrar en la vida de cada integrante de esa familia y obtener en la historia la construcción de una narrativa propia bastante cercana a la realidad y cotidianidad de aquel lugar. El rodaje estuvo repartido en varios días que se espaciaron a lo largo de año y medio. De esta metodología surgió la espontaneidad de Natacha, una de las protagonistas, quien por propia iniciativa empezó a grabarse con un celular mientras contaba diversas historias desde su propia creatividad, usando una narrativa y un lenguaje propio, algo que fortaleció la historia y le dió un giro a la estructura. Desde lo artístico y el oficio del cine, esta es una película pensada intuitivamente, lo que da pie a la exploración, el ensayo y error, tiempo para cada proceso, reencuentros con el material… permitiendo que se plantee una narrativa diferente, construida desde todo el significado que tiene este proyecto.
Existen varias razones para producir esta película. La primera es abordar el tema político social y la infancia, ambos permitieron contar una historia no convencional, ubicada en venezuela, un país que en ese momento debido a su crisis política, social y económica, se volvía el epicentro de múltiples hechos derivados de esta misma situación, lo que daba pie para analizar la condición humana.
También cobra relevancia la conexión personal a cuestionamientos de cómo vivir partiendo de concesiones de la sociedad, que muchas veces terminan anulando esas preguntas; el ver esta película es lograr la comprensión de que para disfrutar y obtener satisfacción de la vida existen herramientas que pueden ser aplicadas al diario vivir sin que las condiciones o realidades sean limitantes.
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